Vida, muerte
Lo que daría por volver a sentir tu piel, escuchar tu voz tan sólo una vez más. Ese timbre mágico en mi oído. Tus manos en mi piel, tu cuerpo junto al mio. Estoy segura que eres el ángel que me arropa cada noche, que me protege frente al miedo. No dejes nunca de mostrarte a mi, aunque tenga que ser así, sin poder ver tus ojos, esos que un día se clavaron en mi pecho, y ahora se fueron con el viento, lejos, tan lejos de mi. Nunca olvidaré tu rostro, es imposible, tanto tiempo en mi, si en mi, vida mía, ni olvidare el sabor de tus labios. A veces los siento cuando saboreo la dulce miel, ese sabor es el tuyo, dulce como tú.
Amor mio, sólo deseo que estés en paz, donde quiera que estés, y no me olvides nunca, nunca, y cuando la muerte venga a buscarme, será como resucitar, pues te encontrare y no nos separaremos jamás.
Amor mio, sólo deseo que estés en paz, donde quiera que estés, y no me olvides nunca, nunca, y cuando la muerte venga a buscarme, será como resucitar, pues te encontrare y no nos separaremos jamás.
Comentarios
Muy emotivo.
Gracias por compartir.